domingo, 3 de agosto de 2008

Apertura


Inicio este relato, con grandes ilusiones de que conduzca a un lugar mejor del que estamos ahora.
Todavía no logro descifrar cómo evitar que el trabajo, aunque sea de mi agrado, vaya inundando todas las actividades como el agua.
Mientras tanto, inauguro el espacio.

Tengo ilusión de comunicar aquí algunas obras que no he podido estrenar, por diversos problemas, y no termino de resolver. Problemas subjetivos, problemas objetivos, y problemas inclasificables. ¿Esotéricos?
Otra ilusión es mantener una comunicación positiva con los espectadores que han visto algunos espectáculos míos, o todos. Y con los que no saben nada de mi obra, interesarlos.
Y a ver si aprendo a reflexionar, oyendo otras reflexiones.

En principio, la primera puntada siempre me resulta un plomazo. Quiero hacer la escalera al cielo, y todavía no logro levantarme temprano para empezar a picar piedra.

Tengo algunas fotos que pueden ser divertidas. Me encantaría encontrarme en la carpeta de algún adolescente, o en la luneta de un auto. ¿Mi arte será un objeto? ¿Un objeto no es arte? ¿Qué es popular, la obra o el artista?¿Es malo ser popular? ¿Es mejor diez espectadores entendidos que cien novatos? Yo cómo puedo saber. Seguro que alguien ya sabe, y encima lo publicó.
Veremos. Seguramente esto está resuelto por los hacedores de la cultura hace quince años atrás, pero yo no terminó de despabilarme.
Lo que si tengo claro, que lo mejor es despegarse de la obra. más cuando la disciplina es el teatro, una cosa tan pegajosa para mí, que soy su interprete.
Hasta mañana.

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